Luego de la aceptación dada a Cristo se procede al rito esencial, el del agua.
Como dijimos antes, la palabra bautismo significa inmersión en agua. Pero desde la antigüedad se realiza derramando tres veces agua sobre la cabeza del candidato.
Todos hemos visto alguna vez las imágenes de cuando Juan el Bautista bautizaba en el río Jordán, y que incluso bautizó a Jesús. Cabe aclarar que el bautismo que realizaban en aquella época los judíos, no se trataba de un único rito de iniciación como el que realizamos en estos días sino de un rito de reconciliación que se repetía todos los años. Es decir que quedaba más cercano al sacramento de reconciliación que realizamos nosotros en la actualidad.
Consagración del Agua
El sacerdote pide a Dios que el Espíritu Santo descienda sobre el agua a fin que los que sean bautizados con ella ¨nazcan del agua y del Espíritu¨.
Al agua siempre se la ha vinculado con el origen de la vida, con la purificación y la renovación, con la fecundidad y también con una fuerza destructora.
De ese modo, Dios utiliza el agua para destruir los condicionantes de nuestra vida, cortar el trajinar sin sentido, romper el camino que conduce a la perdición y la muerte, para purificarnos y renovarnos, darnos una vida fecunda y eterna.
Infusión
Llegamos al rito esencial.
El sacerdote derrama tres veces agua sobre la cabeza del niño, en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Con el Bautismo, el Padre nos adopta incondicionalmente como hijos y nos hace coherederos de su reino. También nos adherimos a Cristo, quien ha vencido a la muerte y ha resucitado. Así la muerte ya no tiene dominio sobre nosotros sino que nacemos a la vida eterna que nos ha ganado Cristo. Y con el Espíritu Santo adquirimos participación de la naturaleza divina.
Bendición del agua
Guía: Acompañamos ahora al celebrante que bendecirá el agua con la que estos niños serán bautizados por medio del Espíritu Santo iniciando con ello una nueva vida.
1º Opción:
Celebrante:
Ustedes saben, queridos hermanos, que Dios concede a los que creen, la abundancia de su Vida por medio del agua bautismal.
Elevemos nuestro espíritu y oremos unidos al Señor, para que él haga brotar de esta fuente la gracia que va a derramar sobre sus elegidos.
Luego mirando hacia la fuente bautismal, el celebrante, dice esta bendición:
Señor, que por medio de los signos sacramentales
realizas obras admirables con tu poder invisible
y de diversas maneras has preparado el agua
para que significara la gracia del bautismo.
En los orígenes del mundo
tu Espíritu aleteaba sobre las aguas
para que ya desde entonces
concibieran el poder de santificar.
Incluso en las aguas torrenciales del diluvio
prefiguraste el nuevo nacimiento de los hombres
para que el misterio de un mismo elemento
pusiera fin al pecado y diera origen a la santidad;
tú hiciste pasar a pie el Mar Rojo
a los descendientes de Abraham,
para que el pueblo,
liberado de la esclavitud del Faraón,
fuera imagen del pueblo de los bautizados.
Señor , tu Hijo
al ser bautizado en las aguas del Jordán
fue ungido por el Espíritu Santo;
al estar suspendido en la cruz
hizo brotar de su costado sangre y agua;
y después de su resurrección
mandó a sus discípulos :
“Vayan y enseñen a todas las naciones
bautizándolas en el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo ”.
Mira a tu Iglesia
y ábrele la fuente del bautismo.
Que esta agua reciba por el Espíritu Santo
la gracia de tu Hijo único,
para que el hombre, creado a tu imagen,
por medio del sacramento del Bautismo
sea purificado de todos sus pecados
y renazca a la Vida nueva de hijos de Dios
por el agua y el Espíritu Santo.
El celebrante toca el agua con la mano derecha y prosigue :
Señor, te pedimos
que por la gracia de tu Hijo
descienda sobre el agua de esta fuente
el poder del Espíritu Santo,
para que por el bautismo,
sepultados con Cristo en su muerte,
resucitemos con él a la Vida.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R: Amén.
2º Opción:
Celebrante:
Queridos hermanos: Oremos a Dios todopoderoso para que, por medio del agua y del Espíritu Santo, conceda la vida nueva a estos niños.
Guía: Respondemos a cada invocación: Bendito seas, Señor
Bendito seas Dios, Padre Todopoderoso,
que hiciste el agua
para purificarnos y darnos la vida.
R: Bendito seas, Señor
Bendito seas Dios, Hijo único, Jesucristo,
que hiciste brotar de tu costado sangre y agua,
para que por tu Muerte y Resurrección
naciera la Iglesia.
R: Bendito seas, Señor
Bendito seas Dios, Espíritu Santo,
que ungiste a Cristo
al ser bautizado en las aguas del Jordán,
para que todos fuéramos bautizados en ti.
R: Bendito seas, Señor
Guía: Ahora respondemos: Escúchanos, Señor
Celebrante:
Señor, escúchanos
y santifica esta agua creada por ti,
para que los bautizados en ella
sean purificados del pecado
y renazcan a la Vida de hijos adoptivos de Dios.
R: Escúchanos, Señor.
Santifica esta agua creada por ti,
para que los bautizados con ella
en la Muerte y Resurrección de Cristo,
sean una fiel imagen de tu Hijo.
R: Escúchanos, Señor.
Santifica esta agua creada por ti,
para que los que tú has elegido
renazcan por medio del Espíritu Santo
y se incorporen a tu pueblo santo.
R: Escúchanos, Señor.
Celebrante:
Señor,
por el misterio de esta agua bendecida,
conduce al renacimiento espiritual
a estos servidores tuyos ( N. y N.),
llamados al Bautismo,
por la Fe de tu Iglesia,
a fin de que posean la vida eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R: Amén.
3º Opción:
Celebrante:
Queridos hermanos: Oremos a Dios todopoderoso para que, por medio del agua y del Espíritu Santo, conceda la vida nueva a estos niños.
Guía: Respondemos a cada invocación: Bendito seas, Señor
Padre misericordioso,
que derramaste sobre nosotros
la vida nueva de hijos tuyos
que brota de la fuente bautismal.
R: Bendito seas, Señor
Padre misericordioso,
que por medio del agua y del Espíritu Santo,
congregas en un solo pueblo
a todos los bautizados en tu Hijo Jesucristo.
R: Bendito seas, Señor
Padre misericordioso,
que por tu Espíritu de amor
derramado en nuestros corazones,
nos liberas para que gocemos de tu paz.
R: Bendito seas, Señor
Padre misericordioso,
que eliges a los bautizados
para que anuncien alegremente el Evangelio de Cristo
a todos los pueblos
R: Bendito seas, Señor
Bendice esta agua en la que van a ser bautizados
estos servidores tuyos N. y N.
llamados al Bautismo por la fe de tu Iglesia,
a fin de que alcancen la Vida eterna,
por Jesucristo nuestro Señor.
R: Amén.
Rito del Bautismo
Guía: Hermanos: Ha llegado el momento cumbre de este sacramento. En la fuente del agua bautismal nacemos a una vida nueva de luz y eternidad. El agua del Bautismo nos limpia del pecado original y nos hace miembros de la Iglesia, restableciendo los lazos de amor entre Dios y el hombre.
Se irá nombrando a cada niño que se acercará con sus padres y padrinos.
Los demás pueden tomar asiento.
El celebrante invita a las familias a acercarse a la fuente bautismal. Una vez que le han dicho el nombre del niño interroga a los padres y padrinos:
• ¿ Quieren que N. reciba el Bautismo por la fe de la Iglesia?
R: Sí, queremos.
• ¿Están dispuestos a educarlo en la Fe y a darle un testimonio cristiano de vida?
R. Sí, estamos dispuestos.
Enseguida el celebrante bautiza al niño diciendo:
NN... , YO TE BAUTIZO
EN EL NOMBRE DEL PADRE,
derrama agua sobre la cabeza del niño o lo sumerge por primera vez.
Y DEL HIJO
derrama agua o lo sumerge por segunda vez
Y DEL ESPIRITU SANTO.
Derrama agua o lo sumerge por tercera vez.
R: Amén.
martes, 15 de enero de 2008
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