domingo, 26 de febrero de 2012

Bautismo, prefigurado en el Arca de Noé

Hicimos referencia a esta relación entre el AGUA del bautismo y el agua en los diferentes momentos de la Historia de Salvación en el apartado sobre justamente el rito central: el bautismo. Dejaremos que ahora lo explique mejor el mismo Pedro en su carta. Él habla según la manera de expresarse de ese tiempo: los hombres pecadores del tiempo de Noé eran para los judíos el ejemplo de los que pecan por irresponsabilidad y no se preocupan realmente de la voluntad de Dios. Y, sin embargo, Cristo los salvó: vino para todos.

A través de las aguas torrenciales del diluvio (Bautismo) que termina con los males sociales (pecado) avanza el arca (Iglesia) en la que va Noé (hombre fiel a Dios) hacia un mundo nuevo de justicia, en donde brilla el arco iris (alianza con Dios).


GÉNESIS, CAPÍTULO 9
LA ALIANZA DE DIOS CON TODOS LOS SERES VIVIENTES

8 Y Dios siguió diciendo a Noé y a sus hijos:
9 «Además, yo establezco mi alianza con ustedes, con sus descendientes,
10 y con todos los seres vivientes que están con ustedes: con los pájaros, el ganado y las fieras salvajes; con todos los animales que salieron del arca, en una palabra, con todos los seres vivientes que hay en la tierra.
11 Yo estableceré mi alianza con ustedes: los mortales ya no volverán a ser exterminados por las aguas del Diluvio, ni habrá otro Diluvio para devastar la tierra».

EL ARCO IRIS, SIGNO DE LA ALIANZA

12 Dios añadió: «Este será el signo de la alianza que establezco con ustedes, y con todos los seres vivientes que los acompañan, para todos los tiempos futuros:
13 yo pongo mi arco en las nubes, como un signo de mi alianza con la tierra.
14 Cuando cubra de nubes la tierra y aparezca mi arco entre ellas,
15 me acordaré de mi alianza con ustedes y con todos los seres vivientes, y no volverán a precipitarse las aguas del Diluvio para destruir a los mortales.


PRIMERA CARTA DE PEDRO, CAPÍTULO 3

18 Cristo murió una vez por nuestros pecados –siendo justo, padeció por la injusticia– para llevarnos a Dios. Entregado a la muerte en su carne, fue vivificado en el Espíritu.
19 Y entonces fue a hacer su anuncio a los espíritus que estaban prisioneros,
20 a los que se resistieron a creer cuando Dios esperaba pacientemente, en los días en que Noé construía el arca. En ella, unos pocos –ocho en total– se salvaron a través del agua.
21 Todo esto es figura del bautismo, por el que ahora ustedes son salvados, el cual no consiste en la supresión de una mancha corporal, sino que es el compromiso con Dios de una conciencia pura, por la resurrección de Jesucristo,
22 que está a la derecha de Dios, después de subir al cielo y de habérsele sometido los Angeles, las Dominaciones y las Potestades.

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