domingo, 6 de mayo de 2012

El bautismo borra el pecado original


Ésta es la respuesta que mucha veces escuchamos sale automáticamente, pero no siempre se conoce bien que implica.

En principio deberíamos definir “qué es un pecado”; y esto se puede hacer de diferentes maneras, pero una forma práctica es viéndolo todo” en relación al amor” en tres dimensiones (para ponerle un nombre actual AMOR 3D): la primera “respecto a Dios”, la segunda “respecto al  prójimo” y la tercera “respecto a uno mismo”. Toda conducta para ser buena para el mundo tiene que permitir “amar a Dios, al prójimo y a uno mismo” al mismo tiempo. ¡Imagina un mundo donde se viva de este modo! ¡Qué felices y qué plenos seríamos! ¡Este es el mundo que quiere Dios para nosotros! Es el mundo que todos queremos pero, sin embargo, no podemos lograr. A cualquier persona del mundo que le preguntes si quisiera que viviéramos todos en una realidad “ordenada por el amor” te dirá inmediatamente que sí, aunque te agregará que piensa que es imposible viendo la realidad de egoísmos, de querer ser más que el otro, falsedades, luchas por el poder, crímenes, las prioridades de obtener dinero a cualquier precio, y una lista interminable de conductas contradictorias.

Entonces se hace claro que estamos en una realidad que no es buena, que está desordenada y debilitada, que nosotros no podemos cambiar: ¡necesitamos que Dios la ordene! Dios nos tiene que hacer ver a todos cómo es AMAR para que podamos vivir por siempre en paz y felicidad. Porque de nada valdría si Él la volviera a ordenar y luego nosotros la desordenáramos otra vez. Es por eso que Dios se encarnó, para ser modelo de como es amar: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado” (Jn 13, 34), amor que se exalta en la cruz. Luego nos envía el Espíritu Santo, que recibimos en el sacramento del bautismo y se hace pleno en el sacramento de la confirmación, ya que Dios quiere hacer esta obra “con nosotros” pero sabiendo que somos débiles y desordenados. El Espíritu Santo nos ayudará a discernir lo bueno de lo malo, nos dará fortaleza, templanza y prudencia para llevarlo a cabo, nos hará dar cuenta del amor de Dios y querremos vivir con Él y según Él porque confiaremos en Él incluso más allá de nuestro entender (don de la Fe), entre otros dones.

Resumiendo, el pecado original es la desconfianza en la bondad de Dios e introdujo un desorden en el mundo que solo puede repararse cuando recibiendo el Espíritu Santo volvemos a confiar (don de la Fe) en su bondad y la extendemos con nuestro obrar en comunión con Él.

Encontrarás el relato del pecado original en el capítulo 3 del Génesis.

1 comentario:

Anónimo dijo...

porque los niños tienen pecado si son inocentes bautizarlos o no hasta cierta edad son puros en sus pensamientos y actos por que liberarlos del pecado